Resulta sorprendente que creaciones tan aparentemente no comerciales como
American Beauty,
El ladrón de orquídeas o
Doctor en Alaska lleguen a nosotros, el gran público. ¿Cómo pasarían los filtros de siempre? ¿A quién tendríamos que dar las gracias? ¿A los actores, a los guionistas, a los productores? ¿A los programadores de TV, o de las salas de cine? Supongo que a todos ellos.
Para los que os gustaron las extrañas historias de aquel pueblo de lunáticos, que perdían y encontraban el norte cada día, en
Cicely on line podéis encontrar una interesante fuente de información.
A los que no la conocéis, me gustaría proponeros que algún día le deis una oportunidad.
Feliz vuelta de vacaciones.
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