En él, tuve la oportunidad de asistir a varias conferencias, entre las cuales me pareció especialmente interesante la de Beatriz Preciado.
También visité las exposiciones, que incluían fotografía, instalaciones y collages. La pieza que más me gustó fue la instalación de Jeanne Susplugas. En ella, una apisonadora machacaba cápsulas blancas de placebo, cuestionando el valor y el uso de los productos de la industria farmacéutica.
También merece ser destacado el proyecto de fotografía alternativa Posición B, que incluyó trabajos realizados con procesos fotográficos alternativos como la cianotipia, la kalitipia o la fotografía estenopeica. En la imagen podéis ver una de las fotografías expuestas.
En cuanto a los conciertos, estuve en el de Catpeople (ya los había visto en Club 2, Petrer, y me parecieron realmente buenos) y en el de Russian Red, que nos robó el corazón a todos y a todas.
Quizás se echa de menos una línea más definida en la selección de los grupos que participaron, Porque ¿qué hacía allí Duffy? Y en cuanto a las conferencias, me llamó la atención la escasa asistencia de público, teniendo en cuenta la importancia de los temas que se trataron: identidad sexual, tecnologías, religiones y sostenibilidad.
¿Será el SOS Festival sostenible el próximo año?
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