jueves, 22 de mayo de 2008

DIÁLOGOS DE LA TORRE BLANCA

Conferencia de Pablo Auladell y Francisco Camarasa en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante. 24 de Abril de 2008

PABLO: Hola Paco

PACO: Hola Pablo

PABLO: Nos volvemos a encontrar en La Torre Blanca.

PACO: Así es. ¿Cuánto hace de todo aquello?

PABLO: Fue a finales de los 90.

PACO: Cómo pasa el tiempo. ¿Recuerdas la situación del panorama de la ilustración en aquella época?

PABLO: Entonces sólo se publicaba material extranjero o realizado por ilustradores consagrados.

Eso cambió gracias a editoriales independientes como Edicions de Ponent o Sin Sentido, que apostaron por ilustradores noveles.

PACO: ¿Y cómo surgió el proyecto de La Torre Blanca?

PABLO: La Torre Blanca nació, más que de un encargo, de un empecinamiento.

Si ninguna editorial la hubiese publicado, la hubiese publicado yo de todas formas.

Si quieres lograr algo, debes centrar tus objetivos y apuntar al sitio adecuado.

Por aquel entonces estaba el INJUVE. Estaba muy bien montado porque tenía cierto carácter profesional. Había editores que estaban esperando que salieran los premios para publicarlos.

PACO: El INJUVE cumplió una de las labores más interesantes que podía desarrollar la administración. Todas las editoriales apostaban en esos momentos por el manga y el cómic extranjero, y el INJUVE consiguió que por primera vez existiera una relación entre los nuevos ilustradores y las editoriales que querían darles una oportunidad.

La colaboración que tuvimos con la administración se concretó principalmente, en dos puntos: participar en el jurado e intentar publicar un autor por editorial. Los derechos de autor de la primera edición los pagaba el INJUVE, a cambio de 100 ejemplares del libro publicado.

Empezamos a caminar editores e ilustradores juntos.

Todo esto fue a finales de los 90.

En esta relación ilustradores-editores, influyó que también nosotros éramos noveles.

PABLO: El proceso de creación de un cómic puede ser largísimo. Lo más importante para un dibujante es la reflexión. El proceso de reflexión es fundamental.[1] Esto lo decía hasta Gigé, el maestro de Moebius. Decía que había excelentes dibujantes que nunca llegaban a nada porque no pensaban.

Lo primero que sale rara vez es definitivo. Después hay que pensar en multitud de cuestiones.

Lo que presenté al INJUVE 2000 fue el germen de lo que luego sería La Torre Blanca.

No terminaba de cuadrarme.

Así que empecé a hacer otras pruebas y pensé que le iría bien otra historia.

Una vez más decidí que me había equivocado. Si uno quedase completamente complacido con una obra, no haría nada más.

Vi que el estilo realista no funcionaba cuando hice las primeras pruebas con la rejilla.

Nada es accesorio ni está puesto porque sí. Es una cuestión de visualización, de ritmo de lectura… un montón de cuestiones.

El realismo lastraba en exceso la historia y le daba un tono de fotonovela que no me interesaba en absoluto.

Me di cuenta de que una de las claves era el color. En los primeros bocetos intentaba ver cómo trataba la luz. Y decidí que la luz la daría el blanco del papel, mientras que me centraría en trabajar las sombras.

Hay que llevar mucho cuidado con el color. El color también debe de contar cosas.

La ilustración puede quedar como una colección de colorines.

Sólo hay color en algunas zonas, las que me interesaba destacar.

PABLO: ¿encuentras que esta manera de trabajar es a habitual, Paco?

PACO: La relación que tenemos es:

  1. Encargo editorial. Colecciones Mercat,[2] Papers Grisos,[3] El cuarto oscuro.[4]
  2. Elegimos el autor que nos interesa. O él se hace cargo de todo o nos pide un guionista.
  3. Le pedimos que nos indique un guionista, y si es posible conseguirlo, seguimos adelante.

Intentamos que los autores se sientan cómodos y que generen el proyecto que a ellos les gustaría editar.

Otras veces editamos obras que nos presentan los autores.

La presentación de un proyecto debe incluir: una breve sinopsis argumentada, la galería de personajes que intervienen en el libro, explicando qué es lo que aportan a la obra.

Unas 6 páginas de bocetos para ver cómo trabaja el ilustrador. Para ver si es capaz de conmover.

Los que trabajamos con la imagen no sólo trabajamos con letras y bocadillos. Queremos ver algo que nos conmueva.

A veces dice más una página en blanco que una perspectiva cargada de detalles.

Nos movemos en el plano de las emociones que no entran por la vista.

Tiene que haber fuerza en el trazo. Antes hablabas de la importancia de la reflexión. Es fundamental: lo fácil ya está inventado.

Cuando los ilustradores presentáis, también mostráis vuestra forma de ver el mundo.

¿Cómo suele ser tu relación con los guionistas?

PABLO: Cuando trabajas con un guionista te suelen especificar planos, etc. (otros te dan más libertad). En La Torre Blanca trabajé yo guión y dibujo. En estos casos se suele hacer un guión visual. Voy valorando las viñetas, los ritmos, para ver pruebas, cosas que me gusten más.

Hay autores que se escriben una especie de novela, luego un resumen y luego una secuenciación. A mí me parece un poco absurdo, porque creo que si haces un tebeo has de jugar con imagen y texto a la vez. En ocasiones me encuentro con viñetas desproporcionadas, porque, por ejemplo, han sido incapaces de renunciar al texto brillante.

A mí me parece más sensato tratar el guión de esta forma.

Al final, en La Torre Blanca me decidí por una escala intermedia respecto al realismo. Redefiní algunos personajes.

Observo que muchos dibujantes realizan multitud de bocetos y se centran en las proporciones académicas y poco en la expresividad.

En La Torre Blanca, el tiempo presente está tratado con tinta china. Lo escaneé y apliqué con el ordenador un filtro bitono. El tiempo pasado está trabajado con color. Depuré el lápiz en mesa de luz y después apliqué el acrílico, la acuarela, etc.

En mi caso, el uso del ordenador ha hecho más limpia y cómoda la manera de trabajar. El ordenador te permite componer con gran libertad. En este caso dibujaba en cualquier tamaño y luego le daba tratamiento informático.

PACO: En la Torre Blanca te interesaba plasmar la luz del Mediterráneo…

PABLO: Así es. Y me interesaba construir una maquetación que respirase bastante, con títulos discretos.

¿Recuerdas, Paco, cuando te lo planteé? Insistí en todos estos aspectos: que se respetase el color, que fuera utilizado un papel que diese la luminosidad que buscaba, y que se cuidase la maquetación.

Por muy bien que hayas hecho tu trabajo de dibujo, el trabajo de maquetación puede arruinarlo.

Yo concibo el libro como objeto de arte total: tipografía, papel, tipo de dibujo…

Me dejaste participar en la supervisión de todos estos aspectos, que para mí son fundamentales. No sé si es la línea habitual de Edicions de Ponent confiar plenamente en el autor.

PACO: Al jugar con los proyectos que encargamos o nos presentan, intentamos remunerarles bien y que estén lo más a gusto posible.

Hay autores que han estado dos años trabajando en un proyecto. En otras ocasiones se ha cumplido el contrato y no nos han presentado nada.

Edicions de Ponet, desde que nace en 1995 con el nombre de Ediones Joputa C. B., siempre ha pretendido dignificar el cómic. En los encargos que hacemos a autores como Max,[5] Calatayud[6] o Ana Juan,[7] cuidamos mucho la edición, lo que nos hace sentirnos diferentes, atractivos para el lector. Un producto que mucha gente piensa que es para frifkis.

Siempre hemos tenido claro que el trabajo de un ilustrador es tan digno como el de un escritor o el de un artista que cuelga sus obras en los museos. De hecho, los dibujos de cómic ya están llegando a museos de la talla del The Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Es muy importante hacer entender a las grandes editoriales que no es cuestión de tirar papel. Es necesario editar con calidad.

En Edicions de Ponent, la primera tirada suele constar de 1.000 ó 2.000 ejemplares. Aunque reeditamos a menudo. Racionalizamos el proceso de producción. Trabajamos con la imprenta Grafistec, de Castalla. Ellos saben lo que buscamos. Saben lo que es un buen producto.

De un cómic como Naruto se suelen publicar tiradas de entre 18.000 y 20.000 ejemplares, que se venden en un mes.

Pero ellos no se llevan ningún premio, y nosotros sí.

Y conseguimos saltar de librerías especializadas en cómic a para producir un producto que puede ser adecuado para las librerías generales.

PABLO: Para mí es fundamental adecuar el grafismo a un estilo concreto. En el caso de La Torre Blanca quería dar con el latido adecuado.

El vocabulario gráfico ha de ser coherente, nada debe desentonar.

En las primeras pruebas me encontré con un problema: las palmeras tenían un aspecto que recordaba a la estética de la serie de televisión Corrupción en Miami. Nunca había pensado que las palmeras fallarían. Me costó mucho encontrar la solución: con un pincel medio roto pinté unas manchas aleatorias que pasaban desapercibidas. A día de hoy me sigue convenciendo el resultado.

PACO: ¿Y cómo resolviste las escenas de color?

PABLO: La mayoría van en un contexto diurno, pero había algunas al aire libre y en unos billares. En las escenas exteriores la solución que adopté fue utilizar el azul como color envolvente, mientras que seguí coloreando únicamente los centros de interés.

En la escena de los billares elegí un tono rojo general y luego trabajé las luces con blanco.

Creo recordar que fue incluso angustioso ver escenas que no pegaban con las demás.

La Torre Blanca es un tebeo donde a priori se puede pensar que hay poca acción.

Lo intenté solucionar con la aparición del Unicornio. De esta manera, muchos monólogos pasaron a ser diálogos, y quedaba más dinámico.

En el diálogo entre el protagonista y la Alegoría del Verano, el pez volador va introduciendo las entradas de los diferentes personajes. Aporta acción donde no la había.

PACO: Y ahora llega Soy mi sueño, que estará en las librerías en septiembre.

PABLO: Para Soy mi sueño te pedí como guionista a Felipe Fernández Cavas,[8] como el que pide la Luna. Y me concediste la Luna, Paco.

Había que trabajarlo de una manera más fantasmagórica. Yo esto lo podría haber hecho en un año, pero ¿qué editorial puede contratar en exclusiva a un ilustrador durante un año?

PACO: Ninguna. Entre un 6 y un 8% es lo que se está pagando de derechos de autor.

Nos costó conseguir que dibujases cañones, tanques y aviones.

PABLO: Es cierto. Con los caballos, en cambio, no tuve problema, porque había hecho también tebeo del oeste.

ALBERTO: Hola

PABLO Y PACO: Hola Alberto.

ALBERTO: Pablo, he visto que en ocasiones divides una misma imagen en varias viñetas. ¿Con qué intención lo haces?

PABLO: En el caso de Soy mi sueño sólo ocurre una vez. Como es una viñeta muy panorámica, el personaje quedaba muy pequeño. Así que propuse al guionista dividir la imagen, porque funcionaba mejor.

En otros casos, es una cuestión de ritmo. En La Torre Blanca establecí una rejilla muy estricta, porque el ritmo eras una prioridad para mí. Pienso que con el tiempo pensaremos que es bastante absurda la experimentación que se hace con el tamaño, la forma y la disposición de las viñetas.

JORDI: Hola

PABLO Y PACO: Hola Jordi.

JORDI: Pablo, ¿te dejas influenciar por determinados maestros?

PABLO: La tarea de creación de un cómic se dilata mucho a lo largo del tiempo. Y suelo encontrar caminos que anteriormente no conocía.

JORDI: ¿Te consideras un diseñador?

PABLO: No me suelo meter en el terreno del diseñador gráfico. El fracaso del aspecto de un libro viene de una falta de conexión entre el trabajo del ilustrador y el del diseñador gráfico.

Intento dar importancia la reflexión. Y además, un ilustrador debe ver mucho. No te puedes poner a pintar un cartel nada más te lo encarguen. Debes ver un montón de carteles bien hechos hasta que te apropies de sus códigos.

Aprender a ver y la reflexión son las cuestiones clave para un ilustrador. Es lo que siempre me han comentado autores como Pablo Amargo.[9]

LUIS: Hola

PABLO Y PACO: Hola Luis.

LUIS: ¿Qué opináis de asociaciones como la APIPV?

PABLO: Es fundamental que te asocies a la APIV. Porque el ilustrador siempre es un personaje muy aislado, que se encarga de la contabilidad, de la promoción… ¡de todo!

Mi vida cambió desde que los conocí y me asocié.

En la APIV te van a dar consejos sobre cómo preparar books y presentarlos a editoriales.

Han roto el aislamiento de los ilustradores. Debes darte cuenta de que cuanto más peso social tenga una asociación, más cosas va a poder reivindicar.

Miguelanxo Prado[10] suele comentar que si alguna vez fuésemos tan fuertes como para poder conseguir que todos los medios se queden sin imágenes (periódicos, revistas, etc.), tendríamos una fuerza tremenda.

Las asociaciones sirven para hacer ver al ilustrador sus derechos y que le den la importancia que tiene. Muchas veces la culpa es nuestra: no hemos tenido amor propio, no hemos tenido conciencia social de lo que significa nuestra profesión.

LUIS: ¿Y qué os parece la Academia del Cómic?

PACO: La Academia del Cómic empezó con mal pie. Yo sigo participando en sus reuniones, transmitiendo mis impresiones. Pero el problema es que hay luchas de poder que la están echando a perder. Hasta ahora los que han puesto al frente de la Academia no lo han hecho bien. En mi opinión la única persona apropiada para llevar este proyecto es Felipe Hernández Cava pero de momento no está por la labor.

Somos incapaces de crear una asociación de editoriales en este país.

LUIS: ¿Y qué autores son los que más venden en la actualidad?

PACO: Ana Juan, por ejemplo, vendió 180.000 ejemplares de Frida. En la actualidad está realizando la cartelería de la Ópera Metropolitana de Nueva York.

Javier de Juan,[11] uno de los dibujantes de la primera Movida Madrileña, también suele vender bastante.

El asociacionismo ha ayudado mucho. Ha conseguido que el Ministerio de Cultura cree un Premio Nacional de Cómic, que acuda a eventos como la Feria de Bolonia.

También ha sido determinante el interés de los profesores, de las bibliotecas por tener tebeos. Incluso se están creando las tebeotecas.

La ilustración vale tanto para un crío como para un señor de 90 años. Vemos que el tebeo también aporta cosas que pueden ser interesantes.

No puedes competir con publicaciones como similares a Naruto. Con ellas no podría exportar, con Edicions de Ponent sí.

Podemos acceder a nuevas tecnologías que los autores se tendrán que plantear. Se están haciendo ilustraciones, por ejemplo, para los salva pantallas de los móviles. Pero todavía está por definir lo que deben cobrar los ilustradores.

En España se publican más de 2.000 libros de cómic al año. Estamos en la mejor época para el lector, pero al mismo tiempo hay una saturación.

Un cómic tiene una vida editorial de 3 semanas. Se están descapitalizando las librerías especializadas, que además no tienen espacio para mantener fondos.

Vemos, así, que la producción es excesiva e ilógica.

El estado de bonanza es para el lector, pero no para todo el sector.

PABLO: No me gustaría finalizar sin apuntar una cosa: cuando se presenta un proyecto es una cosa muy seria. Tienes que estar convencido. Las cosas deben estar perfectas cuando las presentes. No puedes ponerte a explicar al editor: “Esto no está acabado” o “Todavía tengo que trabajarlo más”.

PACO: Hay que llevar los proyectos pensados. No porque mandes mucho va a ser mejor.

Cuanto más terminado y concreto se lo des, mejor.

PABLO AULADELL

http://pabloauladellcuadernos.blogspot.com

Inició su labor como ilustrador a raíz de conseguir el Premio Nacional de Cómic INJUVE 2000.

Entre su producción destacan El camino del titiritero y La Torre Blanca, con los que fue nominado Autor Revelación en las ediciones del Salón de Barcelona de 2002 y 2005. Ambos fueron publicados por Edicions de Ponent.

Suele colaborar con el escritor Pablo Albo, con el que ha realizado Mar de sábanas (Primer Premio en el Certamen Internacional Ciudad de Alicante 2003, editado por Anaya) y Cuentos Contados (en el que también participó el escritor Félix Calatayud).

En 2005 obtuvo el 2º Premio Nacional de Ilustración por su trabajo Peiter, Peter y Peer y otros cuentos de Andersen (publicado por Anaya).

En la actualidad es uno de los ilustradores españoles más reconocidos, lo que le valió la participación en el año 2005 en la exposición Ilustrísimos, que el Ministerio de Cultura presentó en la Feria de Bolonia.

PACO CAMARASA PINA

http://www.edicionsdeponent.com

Es Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra y Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense.

Dirige Edicions de Ponent desde su creación, en 1995.

La labor de Edicions de Ponent ha sido premiada con los siguientes galardones:

  • Premios Diario de Avisos a la labor Prohistorieta de Santa Cruz de Tenerife de 2000.
  • Mención Especial Foro de Cómic Europeo por expandir los horizontes de la historieta en nuestro país más allá de las fórmulas de consumo rápido y fácil.
  • Premio “Millor Contribució Cultural del Cómic” en los premio Turia 2003.
  • Premio “Yellow Kid” en el Roma Cartoon del 2005

Además, los libros publicados por Edicions de Ponent han recibido diversos premios, como Mejor obra publicada en España en el Saló Internacional del Cómic de Barcelona, Mejor libro Ilustrado en Lengua Castellana de la Generalitat Valenciana, Mejor obra publicada en España en el II Expocómic de Madrid, Premio Diario de Avisos de Sta. Cruz de Tenerife, Premio Junceda de Ilustración, Premio Romano Calizzi del Salón del Cómic de Roma, etc.



[1] Se pueden imágenes de los cuadernos de bocetos del autor en http://pabloauladellcuadernos.blogspot.com

[2] http://www.edicionsdeponent.com/cgi-bin/coleccion.asp?id=3

[3] http://www.edicionsdeponent.com/cgi-bin/coleccion.asp?id=2

[4] http://www.edicionsdeponent.com/cgi-bin/coleccion.asp?id=14

[5] http://www.maxbardin.com

[6] http://divulgamat.ehu.es/weborriak/Exposiciones/ArteMate/MiguelCalatayud/Index.asp

[7] http://www.anajuan.net

[8] Felipe Fernández Cavas es director de la colección Cuarto Oscuro, de Edicions de Ponet. Para más información véase http://www.edicionsdeponent.com/cgi-bin/autor.asp?id=9

[9] Véase http://www.pabloamargo.com

[10] http://www.guiadelcomic.com/autores/prado.htm

[11] http://www.javierdejuan.com

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